Muchas veces hemos visto y oído hablar de que a algún alumno es agredido por otro o por un grupo de compañeros, bien sea chico o chica y particularmente era algo que pensaba que pasaba de forma esporádica sin mayores repercusiones psicológicas.
La realidad es que cada vez más, los casos de acoso escolar aumentan y lamentablemente algunos niños han llegado hasta el suicidio por no contar con la intervención adecuada de padres, maestros y personal especializado en el área.
El acoso escolar es cualquier forma de maltrato que se le haga a un estudiante de forma permanente. He sido testigo como, los estudiantes víctimas de estas agresiones no son capaces de denunciar los hechos por miedo a represalias.
Yo me hice la pregunta. Por qué antes no ocurría esto y ahora sí?, Pues creo que hay varias respuesta para esta interrogante. Antes los métodos empleados por los maestros para imponer disciplina eran más fuertes y rigurosos. Por otra parte, los chicos ahora están más informados de sus derechos y no toleran abusos de poder por parte de los docentes.
Considero que esto lo tenemos que dar a conocer en las escuelas, e identificar los casos así como también los actores: agresor, víctima y observadores. Hay darles estrategias de resolución de conflictos, hacer guardias en los pasillos y horas de recreo.
Que vean a los psicólogos como una persona que los puede ayudar a los agresores a buscar mejores formas de solucionar problemas y a las víctimas como a la persona adecuada quien los puede ayudar a manejar la situación y salir del atolladero.
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