La pintura es de Boris Taslitzky, este pintor francés que se propuso que no quedara en el olvido el holocausto me inspira hoy, día de su conmemoración a compartir algunas reflexiones acerca de este hecho.
Sabemos que muchos de los fundadores del movimiento psicoanalítico eran judíos y que algunos de ellos lograron huir, otros lograron sobrevivir a los campos de concentración y otro suponemos que murieron.
Introducción al simposio sobre la neurosis de guerra, un comentario sobre el antisemitismo, consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte son algunos de los escritos en donde Freud hace mención al tema de la guerra.
En “psicología de las masas y análisis del yo” de (1921), Freud hace referencia a que el individuo forma parte de una sociedad, toma las consideraciones que Gustave Le Bon señala sobre el comportamiento de las masas y le añade que el individuo inmerso en una multitud se comporta de manera distinta que si actuara por cuenta propia. El sujeto cuando forma parte de la colectividad todas sus inhibiciones individuales desaparecen y se manifiestan todos los instintos crueles, destructores que estaban latentes en el sujeto y que buscan la libre satisfacción. Las identificaciones se dan con el caudillo y con los otros miembros de la colectividad.
Esto me
recuerda al levantamiento del Gueto de Varsovia en 1943, a pesar de las
condiciones inhumanas en las que vivían, el debilitamiento mental y físico, se
conectaron con sus sentimientos displacientes y al haber un sujeto que se
impone ante al autoritarismo y la opresión todos se identificaron con este
líder y se atrevieron a oponerse de manera organizada, no reprimiendo las
pulsiones primitivas y por el contrario exteriorizando todas las pulsiones de
autoconservación. De esta manera experimentaron afectivamente lo que sentía el
compañero, esta conexión con el otro a través de lo que pudiésemos llamar la
líbido es lo que los impulsó a levantarse y luchar.
A mí modo de ver y de manera muy resumida esto explica el comportamiento de los judíos del gueto en el levantamiento.
Lamentablemente el siglo XX está lleno de atrocidades como la solución final de los judíos, lo que ocurrió en Hiroshima, la guerra de Camboya y Yugoslavia y es importante que existan días de conmemoración para poder transmitir los hechos históricos a las generaciones venideras y evitar que este tipo de situaciones se repitan.
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