sábado, 29 de junio de 2013

Vida y obra de Sigmund Freud. Escrita por Ernest Jones.




Cada vez que leo acerca de Freud, que conozco su vida siento más admiración. Para mí no es un simple mortal, es un hombre cuya teoría revolucionó al mundo, con un gran amor a la verdad, con un gran amor hacia la vida, un extraordinario investigador y científico y con muchos recursos intelectuales, yoicos, que le permitieron sobreponerse a las adversidades y seguir dando lo mejor de sí.

Es de gran interés por lo riguroso y verás la biografía que escribe Erns Jones acerca de Sigmund Freud.  Sustenta sus escritos con las cartas que escribía Freud a sus amigos y lo que éstos le escribían a él.
Es importante que conozcamos, cómo se fue formando el movimiento psicoanalítico. Las distintas sociedades y los primeros congresos y las penurias que por la persecusión nazi padeció el psicoanálisis. Respecto a las sociedades, existía según entiendo, la de Viena, la alemana, la italiana y estaba en marcha la Norteamericana, en Inglaterra ya se había formado una organización sin embargo, tenían algunas diferencias con Freud.

El primer agravio que sufrió el psicoanálisis producto del nazismo fue la quema de las obras de Freud en Berlín en el año 1933, para que autorizaran el psicoanálisis en Alemania se le exigía que los miembros judíos de la sociedad fueran excluidos.
Jones expresa la preocupación de Freud, por la persecusión que eran víctimas el grupo psicoanalítico, sus obras y también el Verlag. (editorial psicoanalítica cuyo encargado era Martin Freud). Esta se mantenía por la venta de los ejemplares de la revista y las obras en Alemania. Se puede observar la influencia de lo que estaba pasando en su trabajo y estudio psicoanalítico.

Se hace referencia al primer Congreso Internacional que se celebra sin Ferenczi y coindió con la renuncia de Reich de la Asociación.

También Jones relata el padecimiento de Freud por su afección orgánica, lo doloroso e incómodo de la protesis “el monstruo” como él mismo lo llamaba.

Es curioso saber que a Freud no le gusta que lo elogiaran de más, para los aniversarios de sus nacimientos, era de esperarse que las personas quienes lo admiraban y respetaban planificasen actividades especiales y él supongo que también consecuencia de su estado físico, no le gustaban las festividades.

Fue importante que Freud se tomara el tiempo para contestar la correspondencia. Le llegaba de diveresos campos, de sus pupilos, de personas del entorno científico como Einstein. Me llamó la atención una carta que le escribió a una Sra Americana que le pidió ayuda sobre su hijo me permito citarlo:

“Querida Señora:
Deduzco de su carta que su hijo es un homosexual. Me impresiona mucho el hecho de que usted no menciona esta palabra en su información sobre él. ¿Puedo preguntarle por qué evita el uso de este término?. La homosexualidad no es, desde luego, una ventaja, pero tampoco es nada que uno deba avergonzarse, un vicio o una degradación, ni puede clasificarse como una enfermedad; nosotros la consideramos como una variante de la función sexual. Muchos individuos, altamente respetables, de tiempos antíguos y modernos, varios de los mas grandes (Platón. Miguel Angel, Leonardo Da Vinci etc.) fueron homosexuales. Es una gran injusticia perseguir la homosexulidad como un crimen, y es también una crueldad”.

Lo que quiero transmitir con esta carta, es lo avanzado que era Freud para su época, sus concepciones teóricas tal vez iban más allá de lo que las personas estaban preparadas para manejar.
Freud contaba con amistades incondicionales como el de Marie Bonaparte y tenía claro quienes eran sus enemigos. Por lo que puedo inferir que no era político, cito el ejemplo que me hace pensar de esta forma. Cuando se le pregunta a Freud si una sra llamada Janet podía visitarle, éste se negó argumentando lo siguiente: “ No veré a Janet. Yo no podría dejar de reprocharle su conducta desleal para con el psicoanálisis y también con mi persona, sin dedicarse en ningún momento. Fue lo bastante tonto como para decir que la idea de una etiología sexual de la neurosis sólo puedo haber surgido en la atmósfera de una ciudad como Viena. Luego, cuando los escritores franceses comenzaron a hacer circular la calumniosa especie de que yo había asistido a sus clases y les había robado sus ideas… No, no lo veré. Pensé al comienzo ahorrarle la descortesía mediante la excusa de que no me siento bien o de que ya no puedo hablar en francés. Pero he decidió no proceder así. No hay razón para que yo haga sacrificio alguno por él. Sinceridad es la única actitud posible: la grosería se justifica.”

Por otra parte, conocer al Freud perseguido, al que tuvo que valerse de sus influencias para poder salir huyendo de Viena y protegrse él y su familia,  conocer el gran recibimiento que tuvo en Inglaterra y los cuidados que recibió por parte de su hija Ana hasta sus últimos días.

Yo hace poco reflexionaba si Freud se habría imaginado la embergadura de su obra y reconocimiento que tendría internacionalmente y aquí he hayado la respuesta en una carta que le escribe a Jones:

“Estimado Jones:
Todavía me parece curioso con qué poco presentimiento consideramos los hombres el futuro. Cuando poco antes de la guerra, usted me habló de fundar una sociedad psicoanalítica en Londres, yo no pude preveer que un cuarto de siglo mas tarde viviría tan cerca de esa sociedad y de usted, menos aún pude imaginar que fuera posible que, a pesar de estar tan cerca, yo no pudiese participar de esta celebración”.

Para finalizar, me pareció hermoso lo que escribió Ernest Jones para su funeral. Es muy hermosa y larga para citar aquí sólo quiero hacer referencia al final cuando dice: “Y así nos despedimos de un hombre cuyo igual no volveremos a encontrar. Desde el fondo de nuestro corazón le agradecemos que haya vivido; que haya hecho; y que haya amado”.

Referencia:
Jones, E. "Vida y Obra de Sigmund Freud". Vol III. Buenos Aires: Editorial Paidós.

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