Hoy que es día del
psicólogo me permito compartir con ustedes algunas reflexiones de esta difícil
labor que decidimos ejercer.
En la mayoría de
las personas que decidimos estudiar psicología la motivación que subayuce es el
de “querer ayudar a los demás”, en la práctica nos damos cuenta, que si bien
sentimos una vocación social de ayudar al otro, nos conseguimos con que la
responsabilidad de mejorar recae en el paciente, nosotros somos un instrumento,
nuestra escucha, los contiene, pero los que deciden son ellos.
Los psicólogos
tenemos varias áreas de aplicación: clínica, organizacional, educativa, social,
investigación etc. Todos somos igual de importantes, se piensa y es un error
garrafal que sólo los que nos dedicamos a la clínica somos psicólogos y no
somos más ni mejores de los que deciden desempeñar su carrera en estas otras
áreas de aplicación.
Los psicólogos ante
todo, somos personas, tenemos una parte humana que nos ayuda a conectarnos y
empatizar con el otro, y también nos enfermamos, nos enamoramos, vamos al cine,
a la playa, atravesamos duelos, como cualquier otra persona. Ser psicólogo no
nos hace inmune de vivir, disfrutar y padecer las cosas propias de la vida.
Elegimos una
carrera difícil, que necesita de mucha preparación, de constante actualización,
de mucha ética y respeto por el otro. Una carrera que nos brinda igualmente
muchas satisfacciones.
Hoy en día con
tantos fenómenos sociales, políticos y económicos nosotros los psicólogos, tenemos
una gran responsabilidad social, debemos poner nuestra granito de arena, para
ser un factor de cambio hacia la sociedad que queremos tener.
A mis alumnos y
futuros colegas, a mis colegas, los invito a que no perdamos la pasión por lo
que hacemos, de seguir disfrutando cada objetivo que alcanzamos, de seguir
dando lo mejor de nosotros a pesar del cansancio, miren que ahora es cuando
quedan cosas por lograr.
Así que disfruten y
FELIZ DÍA DEL PSICÓLOGO.
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